
Terapeutas infantiles han usado las mantas con peso para ayudar a los niños con TDAH, autismo, ansiedad y otras condiciones a tranquilizarse y autorregularse, recopilando evidencias de que este artículo mejora su comportamiento y ciclo de sueño cuando se usa regularmente.
Las mantas con peso, también conocidas como mantas ponderadas, funcionan mediante la aplicación de una presión suave y uniforme sobre el cuerpo del niño, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad, mejorar la concentración y promover la relajación. Esta presión simula la sensación de un abrazo o de estar envuelto, lo que puede tener un efecto calmante en el sistema nervioso.
Los terapeutas infantiles han observado que las mantas con peso pueden ser especialmente beneficiosas para niños con TDAH, autismo y otras condiciones que afectan la autorregulación y la sensibilidad sensorial. Al proporcionar una sensación reconfortante de seguridad y protección, estas mantas pueden ayudar a los niños a calmarse en situaciones estresantes o estimulantes.
Además, se ha encontrado que el uso regular de mantas con peso puede mejorar el ciclo de sueño de los niños al promover una sensación de calma y relajación antes de acostarse. Esto puede ser especialmente útil para niños con dificultades para conciliar el sueño o mantenerse dormidos durante toda la noche.
En general, las mantas con peso son una terapéutica segura y no invasiva que puede complementar otras intervenciones para ayudar a los niños a regular sus emociones, mejorar su comportamiento y promover un sueño reparador. Es importante consultar con un terapeuta ocupacional u otro profesional de la salud antes de utilizar una manta con peso, para asegurarse de que sea adecuada para las necesidades individuales del niño. Los bebés y niños muy pequeños (hasta los 5 años) no deben usarlos durante muchas horas o sin supervisión de un adulto. Si el niño manifiesta incomodidad o simplemente no le gusta usarla, lo mejor es quitársela y no obligarlo. Pueden intentarlo más adelante si se siente seguro. Podéis comprar primero una y compartirla, si funciona para todos pueden comprar los demás, de lo contrario podrían perder esa inversión. El peso correcto lo determinará cada persona, en el caso de los niños debe ser entre el 5% y 10% de su peso. Seguramente habrá diferencias sobre qué material es el más adecuado. Lo mejor es probar varias opciones en las tiendas y elegir la que se adapta mejor a la persona.
La supervisión de un adulto es crucial para garantizar que el niño esté utilizando la manta de manera segura y adecuada.
Es cierto que cada niño es único y puede tener diferentes preferencias y necesidades en cuanto al uso de una manta con peso. Es importante respetar la comodidad y las señales del niño, y no obligarlo a usarla si no se siente cómodo. La idea es que la manta con peso sea una herramienta terapéutica beneficiosa y placentera para el niño, por lo que forzar su uso podría tener efectos contraproducentes.
Además, la elección del peso adecuado y del material de la manta también es crucial para garantizar su efectividad y comodidad. Probar varias opciones en las tiendas y elegir la que mejor se adapta a las necesidades individuales del niño es una excelente recomendación.
En resumen, las mantas con peso pueden ser una herramienta terapéutica beneficiosa para ayudar a los niños a calmarse y autorregularse, pero es importante seguir pautas de seguridad, respetar las preferencias del niño y elegir cuidadosamente el peso y material adecuado para cada individuo.

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